Por: Gustavo Alva, director nacional de SENATI

El puerto de Chancay se está posicionando como un punto neurálgico para el comercio internacional en el Pacífico Sur. Con una inversión de US$ 1,400 millones, este megaproyecto ha generado más de 9 mil puestos de trabajo directos e indirectos en su primera etapa, y promete generar 20 mil empleos directos al finalizar la obra, representando no solo un hito en infraestructura, sino una gran posibilidad de crecimiento profesional y económico en la región.

La magnitud del puerto y su rol como centro de operaciones logísticas de primer nivel exigen una fuerza laboral altamente capacitada. Desde operadores portuarios hasta técnicos en mantenimiento y logística, este megaproyecto viene creando una creciente demanda de profesionales y técnicos altamente especializados que puedan garantizar eficiencia y seguridad en su operación. La inversión extranjera y el creciente flujo comercial entre Asia y América Latina hacen urgente la necesidad de formar a estos especialistas.

Formación técnica: La respuesta al desafío del Puerto de Chancay

Este requerimiento de profesionales se da para diversas disciplinas y áreas clave como logística, mantenimiento de maquinaria pesada, ingeniería industrial, seguridad ocupacional y gestión portuaria, para asegurar una operación exitosa, así como personal especializado en la cadena de suministro y transporte, que incluye expertos en comercio exterior, control de inventarios y tecnología de la información aplicada a la logística.

Sin embargo, enfrentamos un desafío crítico: ¿Qué sucederá si no logramos cubrir estas plazas cruciales? La falta de personal cualificado podría traducirse en retrasos operativos y una disminución en la competitividad del puerto a nivel internacional, afectando significativamente la economía local y la integración de Perú en las cadenas de suministro globales. La formación adecuada y la capacitación continua son, por lo tanto, necesarias para asegurar el éxito del megaproyecto.

Otros conocimientos técnicos como mecánica, electromecánica, electricidad industrial y automatización también serán críticos para el funcionamiento del puerto y las industrias relacionadas que surgirán en torno a Chancay, como los centros de distribución y plantas industriales, que aportarán al crecimiento económico de la región.

El personal especializado también será esencial para la gestión de la infraestructura que se construirá alrededor del puerto: operadores de grúas, personal aduanero, planificadores logísticos, así como expertos en comercio exterior, distribución, servicios financieros, industria alimentaria, agroindustria, y otras.

Tecnologías emergentes y automatización en la gestión portuaria

Las tecnologías emergentes también juegan un papel elemental en la gestión portuaria. La automatización y el análisis de datos aplicados a la logística permitirán optimizar las operaciones, y los futuros técnicos deberán estar capacitados en estas áreas. El uso de herramientas como el machine learning y el análisis predictivo será esencial para anticipar problemas y mejorar la eficiencia de las operaciones.

La puesta en funcionamiento del megapuerto de Chancay no solo representa la posibilidad real de crecer como economía, sino también de convertirse en un centro permanente de capacitación técnica a largo plazo, para hacer frente al desafío de contar con personal debidamente capacitado. Esta inversión en capital humano preparará a los trabajadores para enfrentar los retos actuales, y asegurará la sostenibilidad y eficiencia del puerto a futuro.

SENATI: Preparando a la fuerza laboral para el megapuerto de Chancay

SENATI, por ejemplo, a través de su oferta de formación técnica especializada, ofrece programas alineados a las necesidades del mercado laboral, preparando a los jóvenes para cubrir las necesidades de industrias en crecimiento, como el manejo portuario, el mantenimiento de maquinaria pesada y la automatización. Solo así se garantizará una región con la fuerza laboral necesaria para operar eficientemente.

El megapuerto de Chancay simboliza una transformación significativa en la infraestructura de transporte del Perú y también representa una oportunidad única para el crecimiento económico. Esta iniciativa promete mejorar la competitividad a nivel internacional y convertirse en un catalizador para la formación de una fuerza laboral altamente calificada.

Frente a este panorama, la industria privada, el gobierno, y las instituciones educativas tienen una oportunidad importante de colaborar en la capacitación del capital humano, que es crucial no solo para el éxito inmediato del puerto, sino como modelo para futuros desarrollos industriales y logísticos en otras regiones de Perú y América Latina.

 

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