Las competencias técnicas, sociales y pedagógicas que la enseñanza técnica requiere.

La demanda de carreras técnicas ha venido aumentando cada vez más, al ser una opción económica y de corta duración, y al tener un enfoque tecnológico. En el Perú, cada vez son más los jóvenes que optan por estudiar una carrera técnica, considerando que cada año se demandan 300,000 de estos profesionales y que, según un informe del INEI, la empleabilidad técnica aumentó en un 5.4% entre 2019 y 2022, y se redujo en 4.2% para profesionales universitarios.

Por ello, para lograr una educación técnica de calidad es necesario contar con los instructores y docentes preparados para este tipo de enseñanza, que no solo tengan los conocimientos necesarios, sino que aporten al crecimiento personal de los alumnos, e identifiquen las necesidades y requerimientos de las industrias.

“El instructor de SENATI desarrolla una importante capacidad de aprendizaje. Considerando que la institución renueva sus equipos constantemente, es necesario que siempre estén actualizados y capacitados con lo último en tecnología. Más aun teniendo en consideración que la tecnología avanza a pasos agigantados. Por ello, para lograr que nuestro país cuente con una industria competitiva, es necesario contar con personal debidamente calificado”, comentó Walter García, jefe de la Escuela de Tecnologías de la Información de la dirección zonal Lima – Callao de SENATI y exinstructor de la casa de estudios.

SENATI contó con más de 3400 instructores a diciembre de 2022.

Frente a ello, García también destacó las 5 características con las que debe contar un instructor:

1. Capacidad de cocreación. Esta es una nueva forma de innovar entre instructores y alumnos, compartiendo ideas que generen discusión, logrando un mejor resultado frente a cualquier proyecto o tarea asignada.
2. Adecuación a entornos cambiantes. Esto le permite al instructor desarrollar nuevas habilidades, ampliar sus conocimientos y aprendizajes, y reconvertirse para afrontar nuevas tareas.
3. Resolución de problemas en el aula. El instructor deberá contar con la capacidad de observar, juzgar, planificar y actuar con rapidez ante algún inconveniente en el aprendizaje de los alumnos. Esto implica ser empático, ya que cada alumno tiene una historia distinta.
4. Éticamente responsable. Debe transmitir, con el ejemplo, la forma correcta de actuar ante la sociedad y de qué manera afrontar los problemas. Así logrará contribuir a su desarrollo de manera ética y responsable, buscando siempre hacer lo correcto.
5. Actualizado. Un instructor debe contar con amplios conocimientos sobre el tema que conduce. Nadie puede brindar lo que no tiene, por lo que debe estar en constante actualización y perfeccionamiento.

Por su parte, Rigoberto Carrión, jefe académico de la dirección zonal Lima – Callao de SENATI y exinstructor de la institución educativa, con 50 años de labor pedagógica, acota: “En SENATI, todos los instructores cuentan con cinco fortalezas principales: liderazgo, formación continua, conocimiento de la realidad industrial, capacidad de innovación, e identidad institucional, lo que les permite diferenciarse con respecto a otras instituciones académicas. Además, los docentes están debidamente capacitados en cada una de las tres áreas temáticas requeridas: técnica, social y pedagógica”.