La llegada del Covid-19 al Perú generó no solo una enorme emergencia sanitaria, sino también una crisis económica, social y educativa sin precedentes. Esto provocó que, durante el año pasado, 200,000 jóvenes dejaran de estudiar en institutos de nuestro país debido a la ausencia de recursos económicos y tecnológicos, entre otras razones, según datos de la Federación de Instituciones Privadas de Educación Superior (FIPES),
“El 2020 fue un año retador, en el que todas las instituciones educativas técnico-superiores tuvieron que renovarse y ajustar sus estructuras operativas, debido a los impactos generados por la pandemia del Covid-19, y SENATI no fue la excepción. Innovamos con plataformas de enseñanza de manera rápida, a fin de seguir brindando una educación de calidad, nos reestructuramos y estamos promoviendo un cambió de cultura sin alterar la esencia y los valores de la Institución, pero si alineándola con los cambios que demanda la digitalización en el contexto actual y futuro”, menciona el Director Nacional de SENATI, Gustavo Alva Gustavson.
Explica que, para ello, se aceleró el proceso de transformación digital de la institución, en la medida que la coyuntura cambio los factores de éxito del modelo; temporalmente la Infraestructura y los Equipos Físicos dejaron de ser relevantes para ceder paso a las herramientas virtuales. Asimismo, el Recurso Humano, importante en cualquier contexto, también tuvo que adaptarse y desarrollar nuevas competencias para insertarse y poder agregar valor en el nuevo modelo de Aprendizaje Práctico Virtual. Paralelamente trabajamos en la reestructuración del aparato operativo de la Institución, con ajustes importantes en la estructura de gastos, alineándonos con el nivel de actividad del período. Agregó que las labores administrativas y logísticas también fueron volcadas a la red, a través de firmas digitales y de revisión de identidad en línea, generando un flujo de trabajo transversal, efectivo y totalmente remoto.
“Trabajamos en el rediseño de nuestro modelo académico, trasladándolo al entorno virtual. Para ello, aprovechamos y potenciamos las herramientas de E-Learning Tools que ya teníamos activas, como nuestra Biblioteca Virtual y la plataforma de LMS Blackboard, líder en conectividad educativa a nivel mundial, y las complementamos con softwares y simuladores, obtenidos a través de convenios con empresas líderes en el rubro, los cuales contribuyeron a suplir el componente práctico a la formación virtual. En pocos meses logramos virtualizar las 75 carreras de nuestra oferta académica”, señala el Alva Gustavson.
Para evitar la deserción de los alumnos a nivel nacional, la institución tomó las siguientes medidas:
Asimismo, desde la Gerencia de TI SENATI se inició un trabajo de virtualización de los procesos de admisión, evaluación, pagos, recepción de documento digitales y emisión de certificados de estudios. Todo ello, acompañado de constantes encuestas de satisfacción al alumno, a fin de identificar oportunidades de mejora de manera temprana.
Alva Gustavson añade que, de manera inmediata, también se activaron plataformas para el trabajo remoto de los colaboradores e instructores de Senati y se implementaron protocolos de seguridad para los backup, VPN y seguridad de información de los usuarios, a fin de evitar la filtración de información sensible durante el trabajo a distancia.
“La gestión realizada, no solo garantizó la operatividad de la institución, sino que también nos permitió brindar continuidad académica de manera remota a cerca de 84,000 alumnos a nivel nacional, asimismo, cuándo retornemos a la nueva normalidad un importante número de procesos se realizarán de forma diferente, algunos otros desaparecerán del ámbito presencial porque ya fueron automatizados, y combinaremos la atención de diversos servicios con un mix remoto-presencial”, finalizó el representante de Senati